Aprender a soltar y agradecer desde el corazón.

Hay períodos en la vida que me toca sonreír con la sensibilidad que te dejan los aprendizajes, lo que te queda de las personas y lo que te ayuda a construir tu mejor versión. Algo que amo de mi carrera profesional es la cantidad de personas que conozco, algunas me llegan más profundo que otras en el corazón, aunque todas me dejan algo y quiero pensar que se llevan algo de mí. Algún aprendizaje, alguna anécdota, alguna palabra que se queda en el camino que empiezan a construir después de nuestro encuentro.

Así como se va julio, llega agosto con novedades. Desde hace más de un año, casi dos, hice equipo como LOVER con Sabrina Alonso. Una profesional maravillosa que observé en construcción durante todos estos meses, de manera sólida, y a la vez, de manera intuitiva. Una mezcla conjunta que la hace una persona con tanto potencial, conocimiento, ganas y disposición para hacer las cosas con el corazón. Con base en la sinceridad, en la construcción y en la transformación. Logramos tener una dupla y complicidad inimaginable, aprendimos juntas y diferimos muchas veces también, siempre con respeto, aporte, cariño y ganas de lograr muchas cosas, mucho foco en los objetivos que nos planteamos laboral y personalmente.

Cuando como equipo nos toca por elección, o no, soltar a personas tan especiales en tu vida a uno le da un guayabo en el corazón (tristeza o nostalgia ocasionada por una ruptura amorosa o por la pérdida de un ser querido). Si bien no es el concepto del todo aplicado, porque aquí nadie está rompiendo nada o perdiendo algo, todo lo contrario, la sensabilidad te invade y empezamos a pensar: «el lunes será bastante diferente»; quizás no, es parte de la nostalgia. Y eso solo pasa cuando coincidimos con personas que conectan con nuestra visión y nuestras emociones.

Solo puedo agradecer a CHAN!, a Sabrina y a la vida por darme la oportunidad de contar durante todo este tiempo con una persona tan maravillosa ante mi mirada y mis ganas de hacer las cosas. Agradezco porque confío plenamente en su trabajo, en su esencia como persona y en la seguridad que me brinda en otros tantos aspectos. Agradezco que inicia nuevos caminos con los miedos que solo indican que le va a ir genial, bajo una elección muy personal, y cuando es así, la mejor manera de querer es apoyando y aplaudiendo la valentía de hacer algo diferente. La libertad es parte del saber querer. Sin tratar de cambiarle ideas o visiones, o convencer que otras opciones son mejores o no. Ahí es donde yo aprendí a crecer con sus decisiones finales.

De esa manera, ya estoy pensando que la extrañaré como parte de mi equipo el lunes, aunque creo que la extraño hace más tiempo. Lo bonito, y lo que me queda, es que cuando la piense, sonreiré por lo que va a emprender en nuevos horizontes y con tanta ilusión. Y sabiendo lo que merece, me enorgullece que así sea. Personalmente, Sabri además es mi amiga. Entonces el guayabo se hace doble. Lo bueno de todo esto es que me quedo con una gran persona en mi vida, aunque como tantos otros a kilómetros de distancia, y ya contamos los días para reencontrarnos. Nos veremos a la vuelta de la esquina con nuestras fortalezas y debilidades complementarias.

La familia que deja el trabajo, la amistad que deja la vida y la sabiduría de entender la diferencia de ambos procesos es mi mayor aprendizaje, lo que no hubiese pasado sin esta mujer espectacular. Seguro, como CHAN! la voy a extrañar. Seguro, como Jessica la voy a extrañar el doble.
En ambos casos sonreiré.

Éxitos, mi Sa! La suerte es para los perdedores y tu eres una campeona.
Nos vemos pronto. En otros lugares. De otras maneras.
Te quiero.

#Duplas4Ever

   

Jessica Cámara