CTA de nuevo pero en serio.

Vuelvo al CTA en esta nota porque es un tema que me invade la redacciones.
El Call To Action determina la vida útil que tendrá una pieza, el tráfico de usuarios, la recordación de la misma, por ende la recordación de marca, al menos en la plataforma o red en la que estemos trabajando. El CTA a veces se vuelve una mosca molesta que se torna pensamiento rumiante y te destroza una redacción. Uno viene embalado escribiendo el copy número 17 y de pronto te interrgás ¨¿qué le pregunto a esta persona para que pique¨? O ¨Mejor se lo ordeno en vez de preguntárselo ̈. Le doy la orden ¨ingresá a www. sarasa. com. y te pasarán cosas hermosas en la viña del Señor. A veces uno escupe llamadas a la acción y otras veces se atoran y no salen; se traban.

La llamada a la acción es pieza fundamental en un copy, es el remate o la intro  y debe tener una coherencia con la idea planteada.  Ya sea de una pieza digital o en una impresa. Es el gancho. Es el anzuelo para que pique el usuario/consumidor y se genere conversación entre la marca y él.

Sabido esto ¿Cuál es el tono más atinado para generar interacción?
¿Imperativo o o interrogativo?
¿Formal o informal?
¿Acartonado o friendly?
¿Gracioso o solemne?

Depende la marca y tono comunicacional, claramente; pero hay un denominador común al que cualquier CTA de cualquier producto o servicio  responde:A los objetivos que siempre son los mismos para todas las marcas:

  • Incrementar cantidad de usuarios y seguidores en sus RRSS
  • Redireccionar a los mismos a otra plataforma o landing  (Blog o web)
  • Fidelización
  • Recordación
  • Posicionamiento

Y que todo esto se traduzca en venta final.

O sea que el CTA es crucial. Un CTA mal aplicado tira atrás toda una estrategia de marca.

Toda creatividad y generación de contenido está supeditada a una planificación y si el contenido no responde a ese plan se genera un ruido y se altera el plan y sus metas.

Para elegir un buen CTA debemos saber:

  • ¿A quién le hablamos?
  • ¿Cuánto sabe esa persona de nosotros como marca?
  • ¿A dónde la queremos redireccionar?
  • ¿La queremos llevar a una landing o solo queremos conversar?

Cuánta más mejor la puntería. Si sabemos la respuesta el CTA es más simple de articular y genera potenciales clientes para que luego se traduzcan en reales.
Y para cerrar, hablando de CTA, debería cerrar la nota con uno, pero los detesto. Más que nada los que empiezan con ¨Levante la mano…..¨ O los interrogativos al estilo ¨¿te sientes identificada con sarasa?¨

Este podría ser un buen CTA para una LOGIA que abrace a la causa de abolición al CTA.

Agustina Benedettelli