ESCUCHAR PARA CRECER
El entorno de las marcas evoluciona de manera constante. Son muchas las empresas que deben romper sus propios paradigmas para poder crecer. La situación compleja está al tener que responderse objetivamente, ¿cómo hacerlo? La única respuesta que encuentro es ponerse cada vez la barrera más alta y entender que lo que hacíamos ayer, no es necesariamente lo que necesitamos hoy para seguir mañana.
El reto está en poder superar los propios casos de éxitos e incorporar innovación a lo que ya hemos innovado. No hablo sólo de productos o servicios, lo cuál es fundamental, sino más bien cómo hacer que eso que tengo para ofrecer se convierta en una experiencia para mi audiencia. Y para esto, no sólo se necesita vender y hacer marketing. Tenemos que ir más allá de esto.
Si tuviese que enumerar en una lista breve lo que debe hacer una marca para empezar a crecer diariamente, lo ordenaría de la siguiente manera:
1. ESCUCHAR, ESCUCHAR, ESCUCHAR!
Esto sólo se logra monitoreando no sólo a la competencia, sino además los gustos de mi público objetivo hoy. Así como empezar a entender a mi público de mañana. Porque sí, las marcas que se convierten en grandes hitos, pero sólo lo logran aquellas que pasan de generación en generación. Construyendo hoy con base en la experiencia, pero también en lo que se viene. No necesariamente debo ver lo que dicen de nosotros o la competencia, incluso de lo que hacen, lo que son y lo que les gustan por encima de mi nicho de mercado.
2. Generar contenido.
Una marca debe ser una aspiración que permite encontrar inspiración, es decir, crear un estilo de vida. No sólo si se trata de belleza, moda o accesorios. Sea cual sea, su objetivo es ser una referencia clara para sus consumidores e incluso para los que no lo son. Esto no sólo se logra con campañas de marketing, sino además con contenido segmentado y de valor. Aquellas marcas que sólo buscan vender, logran objetivos hoy, pero no necesariamente estos se mantienen. En cambio cuando se genera una reputación de marca a través de una guía y orientando a su público, poco a poco se convierten en parte importante de su mercado. Lo que les permite vender y construir.
3. Interactuar es clave.
Escuchar y generar contenido son sólo dos pasos previos a compartir con mi audiencia. Pues, quién se siente identificado, guiado y además tienen opciones que pueden adquirir de una u otra manera; cree en la marca y por lo tanto se toma el tiempo de consultar y compartir con ellos. Ahora bien, esa interacción debe ser respetuosa, justa, oportuna y clara.
4. Tener presencia con acciones estratégicas.
Estar donde el público está, sin ser invasivo es un logro. Pues, mantenerse en el top of mind dentro de acciones del día es un camino de éxitos seguro. Bien sea generar actividades o participar en ellas, las personas buscan salir de su rutina y sentirse acompañadas de manera orgánica. Esto se construye y es posible. Esto no quiere decir que debo invertir siempre en lo que ya está, o en donde ya estuvimos, a veces estar donde no nos esperan puede ser un gran paso.
5. Mantenerse en el tiempo.
La inversión no es algo que se determine por períodos. Debe ser constante y planificado. Las empresas que no hacen el esfuerzo por invertir, tampoco merecen logros en el tiempo. Pues, si lo vemos desde otro punto de vista, el cliente invierte en nosotros. Ellos, lo valen todo. ¿En qué invertir? En tiempo, en equipos multidisciplinarios, en estrategia, en publicidad, en redes sociales, en relaciones públicas, en eventos, en innovación, en todo lo que se pueda, en la medida organizada y equilibrada que se requiera. De hecho, por eso es una inversión, al final el retorno de inversión viene de muchas maneras.
6. Reinventarse.
Conformarse con lo que ya hemos logrado, no es la vía. Medir es sólo un paso para crecer, lo que funciona o lo que no funciona depende de las acciones que tomamos con lo que medimos. No se trata de número de seguidores, número de consultas, número de ventas. Hay que verlo como un todo, pues es un ciclo. En general, la apuesta de hoy, debe ser por estar mañana.
Seguramente, tu competencia ya lo está haciendo y si no lo ha hecho, no debemos permitir que lo haga antes que nosotros. Un equipo dedicado a una marca, es la garantía más fiel de que escuchamos, de que entendemos, de que creemos y de que queremos estar de manera diferente.
Pienso, con convicción, que para poder fidelizar a los clientes, tenemos que fidelizar a las marcas en pro de sus objetivos con base en lo que siente, piensa y quiere lograr nuestra audiencia. Es entonces, cuando los invito a escuchar con atención y mente abierta; dejarse guiar y conseguir el éxito.