La Psicología detrás de los algoritmos en Redes Sociales
Gracias a muchos factores de la Psicología y del estudio del comportamiento del ser humano, el día de hoy las empresas pueden desarrollar mejores soluciones en las vidas de sus clientes. Una de estas, es la optimización del consumo de información en los canales de comunicación más grandes como son las Redes Sociales.
Es la conclusión de la tesis del doctor Frederic Skinner, indicó que la felicidad se encuentra en la antesala de felicidad, ya lo sabemos, suena algo contradictorio, pero no te preocupes, ya lo entenderás.
Lo que fue el experimento de la caja de Skinner, describe que el sistema de recompensas variable utiliza el factor de la incertidumbre para la liberación de la dopamina, qué es un neurotransmisor que interactúa como motivador para atreverte a seguir buscando cada vez más y para conquistar objetivos, o como comúnmente se conoce, la hormona de la felicidad. La cual fue desarrollada para nuestra supervivencia hace muchos milenios atrás, derrotando así amenazas y conseguir la comida que necesitabas para tu tribu, pero esa es una historia para otro cuento.
Lo que sucede en las redes sociales se acerca mucho a esta realidad, ofreciendo cada vez más material e información que es del agrado del usuario, sin mostrar todo lo que puede hacerlo feliz en el instante, sino dejarlo expectante de que es lo que desea ver y medir el comportamiento del público objetivo. Esto lo vamos a describir cómo la economía de la atención, donde la oferta y la demanda es en relación a cuánta información es del agrado del cliente utilizando el sesgo de confirmación como principal respuesta, para que al final el usuario se sienta más agradable y a gusto con ideologías y opiniones.
Con esto, todas las variables de las redes sociales, desde la información básica de tu público cómo características geográficas, cultura, oficios, edad e intereses son directamente funcionales para la creación de una estrategia y material para promover un producto o servicio en línea, siendo acordes con la solución que deseas integrar en la vida de los clientes.
Y no olvidar una sugerencia básica “lo que no se mide, no se mejora”, haciendo caer en cuenta, qué las ideas y los intereses del público también son cambiantes, por ende la reestructuración deben ser llevadas a lo mismo, ser proporcionales al interés pero manteniendo al público expectante, midiendo constantemente cuáles son los resultados que se van obteniendo para una mejora continua.