La viralización y tu marca: un match perfecto.
La palabra «viralización» suena fuerte cuando se trata de elevar las cifras de engagement e interacción de la comunidad en redes sociales. La gracia (por decirlo así) de la viralización, es que el contenido es difundido por los mismo usuarios/consumidores, quienes le agregan valor al compartirlo en sus perfiles, haciendo que el mensaje llegue a muchas más personas. ¿Dónde está el truco? en que este contenido que es difundido masivamente no tiene costo monetario, es decir, es alcance y participación totalmente orgánica, lo que es bueno por dos razones: la primera es evidente y es que no gastamos nada y ganamos nuevos fans/seguidores, además de que más personas notan nuestra presencia.
La segunda es más importante, ya que el hecho de que un usuario comparta contenido de su marca favorita es una señal de que se ha sentido identificado con este, que ha tenido un vínculo genuino (ya que no obtiene un beneficio directo por compartir la marca) y considera que el contenido tiene el suficiente valor como para mostrárselo a otros.
Ahora, viralizar no es algo sencillo y tampoco es tan controlable como parece. El efecto siempre tiene parte de espontáneo y siempre quedará a criterio de los usuarios. Sin embargo, siempre podemos aumentar las posibilidades de lograr el gol y en ese sentido, la clave está en el contenido que diseñamos, desde como lo presentamos (video, foto, gif, diseño, calidad gráfica, etc) hasta las palabras que usamos, siempre teniendo en cuenta los intereses de las personas que queremos que hablen de nosotros.
¡OJO!, la viralización es algo positivo para cualquier marca, salvo si es por una queja/funa o cualquier aspecto negativo, que es perfectamente evitable si damos una respuesta al o a los involucrados a tiempo. Considera esto, ya que es mucho más probable ser viral por algo «malo» que por algo positivo… por desgracia.