Lograr resultados a través del ACCOUNTABILITY

En búsqueda de la mejora continua suelo buscar diversas herramientas que puedan aportar a orientar mis pensamientos y acciones al progreso, lo que considero uno de los pilares y focos de mi forma de ser. Aquí puede iniciar un debate con base en qué es progreso. Independiente de lo que para ti sea, para mí se trata de avanzar, evolucionar, crecer y accionar en pro de lo que considero correcto (así nos alineamos conceptualmente).

Desde muy joven he elegido desafíos que me llevan al límite, así como riesgos que se han convertido en aprendizaje con sus caídas incorporadas y sus respectivas consecuencias, no una vez sino en varias oportunidades. ¿Qué he identificado de mí en ese proceso? Que más allá del tiempo que pudiesen requerir, para lograr mis objetivos suelo recorrer diversos caminos que me llevan a generar oportunidades, siempre y cuando crea/confíe que ellos me acercan a lo que quiero lograr. En este proceso me he reconstruido de muchas formas, una y otra vez, logrando romper mis propios paradigmas y miedos.

Soy migrante y salí de una idiosincrasia para entrar en otra o en varias (es mi caso), he tenido en diversas oportunidades la responsabilidad de guiar a equipos multidisciplinarios con sus propias creencias limitantes, vivencias y metas; solo que ahora le sumo además las diferencias culturales (muy distinta a los equipos que tuve antes a mi cargo y para una empresa con una filosofía completamente distinta a la tradicional). Así comencé a darme cuenta que no es tan sencillo transmitir lo que tengo en la cabeza, o la forma en la hago algunas cosas y que no siempre tengo la respuesta correcta; quizá todo ese aprendizaje adquirido no es el adecuado esta vez o quizá es solo la forma. No lo sé. Así que empecé a enfocar y aplicar otras herramientas para lograr los resultados, luego de algunos diálogos internos, por supuesto.

Me tomé el tiempo para observar, aunque llevo un ritmo acelerado, porque de verdad quiero romper mis propias barreras, escuchar más y lograr la meta… y ahí me tomé el atrevimiento de pedir ayuda (que en mi caso entender las implicaciones da para conversarlo con vino). Todo con la finalidad de construir y aceptar que a veces también tengo creencias que debo transformar para adquirir nuevas formas: activadoras, proactivas y hacedoras como lo que soy. Además, llenas de aprendizaje (que tanto valoro) para poder encaminar lo que quiero dejar como legado en este mundo (suena poético y no tienen idea cómo suena esto en mi cabeza, esta es la versión simple).

En fin…en ese proceso, viví frustración y vulnerabilidad. Me di cuenta que hay otros que tienen mil formas de hacer las cosas, aunque algunas quizá nunca las hicieran/aplicaran y tienen muchas ganas de colaborar a través de sus ideas. Quizá escucharlos logrando aplacar mi ego no sería una locura. Quizá sí, se trata de integración, de asumir riesgos, de confiar, de crear en bajada para subir montañas. Las oportunidades no tienen una ecuación y eso es maravilloso.

En uno de esos procesos complejos y de cuestionamiento (que todos pasamos y ojalá sigan pasando de vez en cuando para poder superarse una y otra vez), mi novio me recomendó una lectura que en principio tomé como un «ay por Dios, ¿estás diciendo que no me hago responsable?» (nuevamente mis creencias limitantes), y no sé si se lo dije, pero la Jessica progresista que soy se dijo así misma: «¿qué tal si abres la mente una vez más? No te ha ido tan mal cuando lo haces». Y empecé a leer, con ganas de ser mejor y de poder aportar a los que interactúan conmigo a todo nivel. Así que entré al mundo de «EL PRINCIPIO DE OZ» que es un libro MUY INTERESANTE que te cambia el pensamiento para lograr resultados (personales y profesionales, al final somos uno solo, aunque pensemos que nos separamos en roles). Hay que leerlo con la mente abierta y con una sinceridad absoluta. Al final, ¿a quién engañamos?

Para hablar el mismo lenguaje, el accountability es la decisión personal de ser mejor, de superar dificultades o problemas que se puedan presentar. Es ser una persona excelente en la vida y en el trabajo (no perfecta), una persona que actúa inteligentemente, que insiste y persevera hasta lograr los resultados deseados. ¡Y eso me encanta! Así que profundicé el término y lo resignifiqué…y ahí está y lo adopté. Para dónde me lleve, no lo sé…suelo tomar decisiones con base en mi propio conocimiento y experiencia. Lo importante es que ahora lo tengo y es mi responsabilidad ver qué hago con eso.

La cosa está en que este libro es mi recomendación de junio. Comparto lo que me hace bien para que otros puedan ver si les funciona también o quizá no, todo es posible y legítimo. Agradezco enormemente a mi novio por compartirlo conmigo en pro de hacerme una persona más consciente y proactiva y a los autores por brindarme el autoanálisis desde una mirada diferenciadora, con un proceso claro de avance que puedo aplicar a LO QUE QUIERA y que me brinda más posibilidades que obstáculos. Siempre y cuando pueda dejar el ego a un lado y tener el propósito por encima de la individualidad, con la premisa de hacerme cargo desde el HACER y no sólo desde el QUERER o el PENSAR. Este método tiene 4 pasos clave: verlo, adueñárselo, resolverlo y hacerlo. Es POWER. Un desafío diario que trae mejores resultados y mayor satisfacción personal. Si te interesó está en AMAZON (VER AQUÍ). Ahora empiezo mis días con la pregunta, ¿qué más puedo hacer?

¡Somos los hacedores de nuestros caminos, lo demás, es pura excusa!

Enjoy,

Jessica Cámara