Ocho tipos de Merchandising infaltables

El Marketing ha evolucionado para adaptarse a cómo se comunican los nuevos productos y ofertas de valor, acorde a la existencia de redes sociales, plataformas de e-commerce, eventos, intervenciones digitales/presenciales y puntos de venta. Esto se ve reflejado en la forma en que se implementan ciertas herramientas de marketing, como el merchandising, a ser aplicadas en vinculación para contactos físicos o digitales con los consumidores, a fin de incentivar el acto de compra de manera rentable para los fabricantes y distribuidores.

Con el merchandising se busca optimizar la comercialización de los productos o servicios de una empresa, a través de la distribución de estos y su posicionamiento en ubicaciones adecuadas, tomando en consideración el «cómo» se hará llegar éste al cliente final. Por ejemplo si es en tienda, evaluar los espacios, el tiempo de exhibición, la cantidad, etc. Si es en procesos de venta de servicios, si será entregado por vendedores, será parte de un informativo, se enviará como regalo, será un implemento de utilidad para realizar alguna actividad que se pueda relacionar con la marca y sus actividades, etc. Siempre acompañando o apoyando el producto.

Esta herramienta es considerada una de las más favorables para lanzar un producto, ya que permite mantener presencia de marca de forma cercana y amigable, que conecta en la mente de los consumidores, llegando a nuevos y fidelizando a los ya existentes.

Se pueden distinguir varios tipos según el objetivo, el cliente y el producto, como foco al planificarlo e implementarlo.

  • Según objetivo:
    De presentación: Refiere a la organización correcta y amena del punto de venta, como el diseño del recorrido que hace el cliente mientras lo transita, hasta llegar al producto. Considerando alturas de exhibición, temperatura del lugar, distribución del entorno, etc.
    De seducción: Busca generar un ambiente interno y externo llamativo, atractivo, vinculado a la imagen de la empresa, para conectar la atención de los consumidores. Haciéndolos sentir que la actividad de adquisición del producto es placentera, fácil y cómoda. El ambiente no «obliga» a comprar, sino que hace sentir al consumidor que está disfrutando de su tiempo libre (incluso puede haber alguna animación, la llamada «tienda espectáculo»).
    De gestión: Refiere a gestionar 5 aspectos para así generar una máxima rentabilidad, partiendo de la fidelización de los consumidores.
    ambiente
    productos existentes
    espacio
    las categorías
    las relaciones con el cliente, conocidas como Customer Relationship Management.
  • Según consumidor:
    Cliente oportunista: Conocido como shopper, es aquel que realiza comparaciones entre los productos disponibles, considerando precios y comodidad para encontrarlo. Por lo que las técnicas se pueden vincular centrándose más en la presentación, que lo vuelva cercano y de fácil acceso.
    Cliente comprador: conocido como buyer, planifica su compra y la realiza. Puede o no estar fidelizado, conociendo el producto y vaya específicamente por él, o se le tenga que atraer por la técnica de seducción, incentivando la compra compulsiva (ej diferenciar, emocionar, enamorar, etc)
  • Según producto:
    Promocional: Iniciar o aumentar la activación de ventas de un producto, sumando estímulos adicionales (producto extra, regalo, etc). Con ello se puede llegar a los clientes oportunistas contrarrestando diferencias de precio.
    Estacional: Se realiza cuando el objetivo es incrementar las ventas de un producto, vinculándolo a determinadas fechas.
    Permanente: Se aplica cuando se busca posicionar la venta durante varios años continuos, generando estabilidad para su permanencia, reduciendo variantes de altas y bajas, mediante este vínculo.
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Carolina Señoret