¿Cuál es el secreto del trabajo en equipo eficiente?
Amistades personales, educación similar, almuerzos comunes, gustos similares, Coeficiente intelectual, estructuras más o menos jerárquica son tantos elementos que fueron analizados por un equipo de investigadores de Google en su proyecto Aristoteles para descubrir el secreto de los equipos eficientes. En efecto, los mejores especialistas en estadísticas, investigadores, sociólogos, sicólogos organizacional e ingenieros fueron reunidos para investigar el misterio de la productividad en los equipos.
Contra toda esperanza, las conclusiones fueron extremadamente sencillas, el único criterio que pudieron destacar sobre los cientos de equipos exitosos analizados fue la manera en la que se trataban los miembros del grupos: la gentileza.
Confrontando grupos de especialistas puntudos y serios con grupos más heterogéneos descubrieron que los últimos mientras se trataban bien eran más exitosos.
Así la gentileza hace crecer la inteligencia colectiva del grupo y por ende su eficiencia.
En la misma línea, en sicología, la profesora de Harvard Amy Edmondson elaboró el concepto de «seguridad sicológica» la que se define como «la creencia compartida de los miembros de un equipo que el equipo es seguro para la toma de riesgo interpersonal», eso es un sentimiento de confianza que el equipo no rechazará, no se reirá ni castigará a alguien por hablar. Describe un clima de confianza interpersonal y el respeto mutuo en que los miembros del equipo están cómodos siendo ellos mismos.
Pero qué es la gentileza?
A menudo percibida como una debilidad, la gentileza no tiene buena fama en un mundo dónde se enseña a ser malo para ser exitoso.
Sin embargo, tanto estudios recientes, filósofos clásicos, sicoanalistas, sicólogos, incluso científicos como Darwin concuerdan que la gentileza es parte del ser humano en cuanto engloba la empatía, la solidaridad, el amor al prójimo, siendo también una necesidad para nosotros… El temor o resguardo que provoca hoy en día ser gentil no es más que el reflejo de ciertos miedos… miedo a ser menos, miedo a no ser querido, miedo a ser incompetente….
El filosofo Marc Grassin explica que la gentileza no es ni un concepto de management ni un concepto organizacional sino un compromiso de un frente al otro, así como un núcleo elemental humano.
Entonces, ¿cómo traerla?
1.- Encarnarla cada día: Para eso se puede tratar de identificar 3 cosas que uno hace seguido, basado en su gentileza y sentir como se siente uno después de realizarlas.
2.- Dar sentido al trabajo: Entender y valorizar cual es su papel en el equipo, más allá de las tareas diarias a veces fastidiosas.
3.- Atreverse a la gratitud: Pensar la gratitud no sólo jerárquicamente, sino también hacía sus superiores. Todos necesitamos ser reconocidos. Para ello, expresa su gratitud a uno o más colegas tratando de ser lo más preciso y concreto posible siempre y cuando sea con sinceridad.
4.- Hacer posible la ayuda: Si un colega tiene problema, ayúdelo. Para ello, piense en quién ayudar.
5.- No al desprecio, sí a la consideración. El desprecio que puede expresarse hasta con un suspiro o una mirada, es fuente de estrés o de frustración múltiples. Por lo que es muy importante evitarlo. Para ello, es importante demostrar consideración hacía el otro: saludando a sus colegas mirándoles a los ojos, interesarse en los logros de los hijos de sus colegas o simplemente en el como de un éxito…
Otros especialistas recomiendan para ser más gentil:
– Primero ser gentil consigo mismo, eso es estar coherente con sigo mismo, saber lo que nos conviene, lo que nos gusta y considerarlo.
– No esperar nada de vuelta, el acto gentil es un regalo.
– Sentirse el derecho de estar aquí, sentir legitimidad
– adoptar la comunicación no violenta
– Hablar de si mismo
– Fijar el marco, porque ser gentil no significa no tener limites…
– Atreverse a decir que no
– Ser respetuoso, eso es no en un sentido jerárquico sino recordando siempre que el otro es un ser humano al igual que uno.
– En caso de conflicto, interrogar al otro para entender como llegó a esa conclusión o solución..
– Escuchar! Eso es una escucha activa y que reconoce el territorio del otro.