Tenemos que hablar… ¿Querer, es poder?
Quizás lo más difícil en un proceso creativo o personal en cualquier ámbito de la vida, ya sea en el amor, empresarial o profesional sea tener miedo al fracaso.
Cuando hablamos de un fracaso, es normal sentirse frustrado, es una reacción emocional a una acción dirigida de nuestra parte que no ha logrado el cometido para el que había sido destinado; de diferentes formas podemos expresar dicha frustración, lo cierto es que no debemos dejar que predomine en nuestro accionar post-fracaso.
Ser feliz vende, ser exitoso es el mejor catalizador para una campaña publicitaria, pero seamos honestos porque no siempre somos felices y eso está bien, a veces creemos que podemos hacer algo y nos esforzamos mucho por hacerlo y no se logra, no todo el tiempo «Querer es poder». No tienes porqué sentirte mal, al contrario, es un inicio de aprendizaje que llega a tu vida, no siempre la piedra que se cruza en tu camino es mala.
Solemos concentrarnos en nuestras limitaciones y dejamos de ver las posibilidades que tenemos fuera de ellas, por dejar que la frustración nos ciegue, es cierto que al principio es complicado entender la «frustración» pero no decaigas, entenderla puede ser algo POSITIVO, ¡SI! Positivo, esa frustración te va ayudar a orientarte y a priorizar objetivos porque vivirás tantos procesos en el tiempo que de una manera u otra lograras tú meta, tomando en cuenta que el cometido puede que no sea orientado a lo que genere tu frustración, si no lo que nació de ese proceso