¿De dónde viene la inspiración?
Esta es una pregunta que nos hacemos cuando no tenemos inspiración. Muchas veces estamos en blanco y la inspiración no llega ¿dónde está? ¿de dónde viene? La respuesta más simple es que viene de cualquier lado. Si quieres sáltate mis consejos y lee la conclusión, ahí te doy una respuesta más concreta.
Aquí van unos consejos para encontrar la inspiración:
Hay algunas cositas que podemos hacer para hallarla si no aparece y que nos sirven también para cuando la tenemos.
1. La razón por la que buscamos inspiración es para tener ideas creativas, para crear en sí.
La creatividad viene de la mano de la razón. ¿De qué sirve tener un concepto, una frase atractiva si no tiene sentido? Mi consejo es que tu inspiración vaya bien encaminada desde que empiezas a buscarla. Establece en respuesta a qué estás creando.
Es importante entender. Si hay un problema que debes resolver o un objetivo a cumplir, pregunta y aclara todos los detalles para visualizar el panorama. La pregunta inicial era de dónde viene la inspiración, pero también debemos saber para dónde va.
2. Busca referencias. Por ejemplo, si no has visto nunca un post de Linkedin, no sabrás el estilo particular de esa red social. Por eso, deberás leer muchos post de Linkedin.
Buscar referencias no se trata de copiar. En realidad, si escribieras lo primero que se te ocurre sin ver lo que ya se ha hecho antes es más probable que estés replicando la idea de otras personas, justamente porque lo primero que se te venga a la mente será lo mismo que a la mayoría. Para encontrar ideas originales, tienes que seguir ahondando.
3. Internet es una gran fuente de inspiración, haz búsquedas en Google.
Puede que pases la primera media hora, como yo escribiendo esta nota, solo pensando y vagando en internet. Es difícil elegir un tema original y es posible que tu tema no lo sea, pero que lo que quieras decir sea un aporte. Date el tiempo de analizar si hay algo que aportar, ponle tu sello personal y entrega un pedacito de ti.
4. Escucha a la gente, presta atención a tu entorno y siente.
Cada vez que te cuenten una historia ponte en el lugar de la otra persona e imagina los hechos que te describe, sus sentimientos e interiorízalos porque pueden llegar a serte útil al llegar a tu mente justo en el momento correcto.
Sé que necesitas inspiración ahora mismo, pero diviértete, distráete de la labor que estás haciendo. Haz cualquier cosa que te motive, que te haga sentir, como la música. Escucha música, canta, conversa, recuerda cosas bonitas. Me refiero a que conectes con tu lado emocional.
5. Las ideas no nacen ordenadas, dales forma.
«No se me ocurre nada» he pensado eso tantas veces en que solo me faltaba escribir mis ideas, reescribirlas y darles una vuelta o dos hasta que tuvieran cuerpo. En el camino te das cuenta de que te faltaba dar el primer paso para que el resto se fuera haciendo solo.
En conclusión la inspiración viene de ti, solo que no has accedido a ella. Eres una fuente inagotable de inspiración.
La inspiración es sinónimo de estímulo, para que se dé ocupas un desencadenante. Por eso tienes que probar algo diferente, hacer una pausa y cambiar tu estado mental, tu estado de ánimo. Lamentablemente no existe una fórmula mágica, al menos no la he encontrado. Tampoco soy una experta, pero agradezco si has pasado de largo leyendo hasta aquí.